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SEVERIANO BALLESTEROS




El 7 de mayo de 2011, una luz se apagaba, una vida que durante muchos años había deslumbrado con su brillo al mundo del deporte; se hace imposible creer que un hombre, ayudado de un “palo” y una bola, pudiera hacer cosas tan maravillosas. Aquel día, no sólo se apagó un corazón, sino que un trocito del alma de cualquiera que amase el deporte murió con él. Aquel 7 de mayo, murió el grandísimo Severiano Ballesteros. 
 
Severiano Ballesteros nació el 9 de Abril de 1957 en Pedreña (Cantabria), una pequeña villa ubicada al Sur de la Bahía de Santander, que probablemente sea el rincón de la Europa Continental con mayor tradición de golf. Allí creció el pequeño Severiano, en un ambiente perfecto para él, rodeado de hermanos golfistas y sobrino de Ramón Sota, grande del gol de los años 60, y por supuesto con el hierro 3 que le regaló su hermano Manuel. 

Participó en su primer torneo con tan sólo diez años, ganando el torneo de caddies de Pedreña con doce años. Aun así, Severiano tenía muchos problemas para practicar golf, incluso fue duramente castigado por colarse en el campo de golf; sin embargo, Seve siguió adelante como si previera su glorioso futuro en el deporte. 

De esta forma, a los dieciséis años debutó como profesional en 1974, clasificándose vigésimo en el Campeonato de España, quedando profundamente decepcionado. Poco a poco fue consiguiendo éxitos en distintos torneos hasta que en 1976, tras acumular importantes triunfos y sobre todo; tras quedar segundo en el Open Británico realizando un gran torneo con increíbles golpes, saltó a la fama en el mundo del golf. Ganó posteriormente seis títulos consecutivos internacionales, algo inalcanzable para el resto de jugadores, además con tan sólo 20 años ya había ganado en todos los continentes. 

La alegría y la valentía a la hora de jugar han llevado al diario “The Times” ha considerarlo el primer deportista de la lista de aquellos que cambiaron nuestra forma de ver el deporte. El periodista Simon Barnes, autor del ranking, afirma que fue el hombre que popularizó el golf en todo el mundo. "Cuando apareció Ballesteros, los golfistas eran americanos o británicos y tipos apagados. Ballesteros trajo la pasión y el riesgo" al golf. 




Así, los éxitos se sucedieron. A lo largo de su brillante carrera, Seve conquistó cinco campeonatos del mundo Match Play, dos primeros puestos en el Master de Augusta, y tres en el Open Británico. La victoria en Augusta lo coronaba como el primer europeo en ganar el torneo. El juego de Severiano se hacía más efectivo a la par que atractivo. Tiger Woods también se enamoró de la forma en la que Seve entendía el golf: 
“Es, sin duda, el golfista más creativo que ha tenido este deporte. No recuerdo a nadie con su juego corto. He tenido la suerte de poder verle aún en algún torneo y aprender de su forma de entender el golf alrededor del green, y he tenido la oportunidad de preguntarle el por qué de ese golpe y no otro más sencillo o seguro. Él ha sido un genio sin parangón. 

Uno de esos golpes maravillosos llevó a bautizar al hoyo, The Ballesteros Hole. 

Pero la mayor revolución que provocó Seve en el golf fue en la Ryder Cup. Su presencia desde 1979 y sobre todo a partir de 1983, fue el revulsivo que cambió el discurrir de esta competición. Aquella edición fue la primera vez en muchos años que Europa plantaba cara a EE.UU. Sin lugar a dudas, el triunfo en 1985 fue muy emotivo, pero quizá lo más significativo fue la reválida del 87 en suelo americano. Sin duda, allí se confirmó un cambio radical en el Golf Mundial. Después de este triunfo conseguido en Ohio, en los siguientes 7 Masters disputados, 6 chaquetas vinieron a Europa. Toda Europa levantaba junto a Seve el puño celebrándolo. Estas victorias de Europa sobre EEUU hicieron que las posteriores ediciones de la Ryder Cup alcanzaran una tremenda dimensión. Además, el golfista cántabro consiguió que la Ryder se disputara en España, y por supuesto con victoria europea. 

Después de una grandiosa carrera y de entrar en el Hall of Fame; Severiano se retira del golf debido a unos problemas de espalda el 16 de julio de 2007. 

El 7 de mayo de 2011, Seve Ballesteros murió en su domicilio de Pedreña acompañado de todos sus familiares cercanos. 

En todo el mundo se reiteraron las muestras de cariño y dolor por la pérdida del deportista, además de la persona; por su enorme valor humano dando ejemplo a las futuras generaciones de humildad, deportividad, trabajo… No hay suficientes calificativos para describir a este magnífico golfista, extraordinaria persona. 





"La frustración llega la mayoría de las veces por no pelear lo suficiente".-Severiano Ballesteros

                                                                                                         Wallace









ALFREDO DI STÉFANO




Glasgow, 18 de mayo de 1960; en un colosal recinto deportivo, el mítico Hampdem Park, un huracán, un terremoto, un meteorito; una fuerza indescriptible de la naturaleza acababa de arrasar a un puñado de jugadores que peleaban por alcanzar un sueño que aquella fuerza hizo inalcanzable para ellos; este huracán imparable tenía nombre propio: Real Madrid Club de Fútbol, que acababa de ganar su quinta copa de Europa consecutiva ante el Eintrach de Fankfurt por 7-3. Aunque esa noche la estrella fue un cañoncito al que llamaban Ferenc Puskás, en aquel mítico Real Madrid un hombre brillaba con luz propia sobre todos los demás: Don Alfredo Di Stéfano.




Alfredo Di Stéfano Laulhe nace el 4 de julio de 1926 en Buenos Aires (Argentina), siendo el mayor de tres hermanos. Perteneció en sus orígenes a una familia de campesinos ubicada en el barrio de Barracas. Allí comenzó a fraguarse la leyenda de “La Saeta Rubia” militando primero en el Sportivo de Barracas, para acabar a los quince años en las categorías inferiores de River Plate. En 1943 debutaba en el primer equipo, precisamente ante el San Lorenzo de Almagro. En 1947 Di Stéfano conseguiría el primer título del que sería su impresionante palmarés proclamándose campeón de Sudamérica con la albiceleste en Guayaqui. Nunca más volvería a jugar con dicha camiseta, aunque dejó un impresionante registro de seis goles en seis partidos.

Tras el campeonato, marchó a Colombia, su destino estaba cada vez más cerca de unirse al del Real Madrid.

En su paso por Colombia, el jugador militó en las filas del Millonarios de Bogotá, que formó un equipazo con otros importantes jugadores como Pedemera, Pini o Rossi; pero fue en el año 1952 (50 años de historia del Real Madrid) cuando el destino del fútbol europeo cambió para siempre…

Aquel año en el que Estados Unidos detonó por primera vez su bomba de hidrógeno, un acontecimiento marcó el mundo del fútbol como si de una bomba se tratase: el millonarios de Bogotá se enfrentó al Real Madrid en un partido para conmemorar el centenario del Real Madrid, aquel partido Di Stefano encandiló de tal forma a la afición madridista y al propio presidente, que al año siguiente el delantero argentino debutó con la camiseta blanca el 23 de septiembre contra el Nancy. Cierto es que el fichaje no se consiguió sin cierta polémica, ya que el jugador estuvo a punto de recalar en las filas barcelonistas, lo cual podría haber cambiado el panorama futbolístico en los años venideros, así como la historia de ambos clubes.

El resto de la historia es bien conocido, tan solo hay que mirar el palmarés del Real Madrid en los años en los que fue comandado por Di Stéfano, para comprender por qué ha sido elegido uno de los tres mejores futbolistas de la historia.

Hasta su llegada al equipo, el Barcelona había tenido la hegemonía del fútbol y el Real Madrid llevaba 20 años sin ganar la Liga; pero su aparición en nuestro fútbol lo cambió todo radicalmente: el Real Madrid obtuvo 8 de las 10 siguientes Ligas, así como una Copa de España, y además Di Stéfano consiguió cinco títulos de pichichi.

Pero lo que forjó de verdad la leyenda de “La saeta rubia” fue la consecución de las cinco copas de Europa consecutivas, que llevaron al equipo de Chamartín a dominar el fútbol europeo durante media década; además, en su palmarés podemos incluir la copa intercontinental conseguida frente al Peñarol en 1960. 
Cabe destacar que Di Stéfano jugó en la Selección Española de la que llegó a ser máximo goleador, hasta ser superado años más tarde por Emilio Butragueño.

Su importancia dentro del equipo e incluso, dentro del club era enorme, de forma que no era inusual que el conjunto blanco fichase jugadores recomendados por él mismo.

Poseía un fuerte carácter, era luchador, nunca se rendía, no aceptaba la derrota quizá por eso no terminó su carrera como futbolista en al Real Madrid, ya que tras una discusión con el entrenador tras perder la final de la copa de Europa frente al Inter de Milán dejó la entidad blanca para retirarse en el Real Club Deportivo Español en el que militó dos temporadas. 
Finalmente, como todos los grandes del fútbol recibió un partido de homenaje en el estadio Santiago Bernabéu, aunque ningún partido ni nadie podrá devolver todo lo que ha dado este hombre, con condiciones de ángel cuando cogía el balón, al mundo del fútbol; y sobre todo al equipo al que llevó al Olimpo de este excepcional deporte. 
De Alfredo dijo una vez un compañero: "Di Stéfano fue el mejor porque no tenía el cien por cien de algo pero  tenía el ochenta y cinco por ciento de todo." 




"Marcar goles es como hacer el amor, todo el mundo sabe cómo se hace, pero ninguno lo hace como yo"-Alfredo Di Stéfano.

Títulos:
Primera División Argentina (1945, 1947)
Campeonato Colombiano (1949-1952)
Copa colombiana (1953)
Liga Española (1954, 1955, 1957, 1958, 1961, 1962-1964)
Copa del Generalísimo (1962)
Copa de Europa (1956-1960)
Copa Intercontinental (1960)
Copa América (1960)

Distinciones individuales destacables:
Trofeo pichichi en la Liga Española (1954-1959)
Balón de Oro (1957, 1959)
Máximo goleador de la Copa de Europa (1958)
Super balón de Oro (1989)
Salón de la Fama de la FIFA
                                                                                         Wallace






                              MUHAMMAD ALÍ





La campana sonaba como siempre, unos suaves golpecitos en el instrumento metálico; pero esta vez no sólo era frío el sonido, también lo era el ambiente. Un fantasma acababa de aparecer en forma de puño volando como una mariposa, y picando como una abeja sobre el rostro de un hombre antaño imponente, que ahora no era más que un cuerpo inerte que apenas se mantenía en pie, totalmente inconsciente de lo que sucedía a su alrededor. El fantasma había sido fugaz, más rápido que un parpadeo, pero acababa de grabar a fuego un nombre en el casi inquebrantable muro de la Historia: Muhamad Ali.

Muhammad Ali, cuyo nombre de nacimiento era Cassius Marcellus Clay, nació un 17 de enero de 1942 en Louisville hijo de Cassius Marcellus Clay y de Odessa Gary Clay y aquel día nadie parecía sospechar lo que el destino había preparado a aquel bebé inocente e insignificante; pero un hombre no nace grande, debe hacerse grande uno mismo, y así comienza la historia del más grande.

Sus comienzos en el mundo del boxeo tuvieron como protagonistas a Joe Martin, el jefe de policia de Louisville que le inició en el boxeo y Fred Stoner, con el que ganó sus primeros títulos como boxeador, comenzando así su exitosa carrera como púgil.

Con este último entrenador continuó hasta que se hizo profesional, cabe destacar que en este periodo obtuvo la medalla de oro olímpica en peso semipesado.

Pronto comenzaría su carrera profesional bajo las órdenes de Angelo Dundee, un famoso entrenador que entrenaría a más campeones del mundo como Ali; ganando sus primeros combates obteniendo la asombrosa marca de 19-0, 15 de ellos por nocauts

Rápidamente el púgil alcanzó la fama por sus grandes resultados, su extraño estilo que él definía de la siguiente forma: ‘’Me muevo como una mariposa, pero pico como una abeja’’; y su constante chulería: “Soy guapo, rápido y nadie puede ganarme”, así como los insultos a sus rivales: “Joe Frazier es demasiado feo y tonto para ser campeón. El campeón del mundo debe ser listo y guapo, como yo”; y los poemas que les dedicaba antes de los combates en los que decía en que ronda los iba a noquear.

De esta forma, Ali se convirtió en aspirante al título de los pesos pesados, y aunque nadie daba nada por el joven Muhammad, este consiguió arrebatarle el título al poderoso boxeador Sonny Liston. Alí era un depredador en el ring y acechaba a su presa con paciencia hasta noquearla; ahora su presa era algo más que un simple hombre, la inmortalidad lo esperaba al final de un camino en el que tendría que abrirse paso con sus puños de acero.

Más tarde Sonny Liston fue noqueado por Ali en el primer asalto en la revancha por el título de los pesos pesados y que al poco tiempo perdería por negarse a ir a la guerra de Vietnam.

Recuperó su título ante Joe Frazier, para después embarcarse en una empresa legendaria, derrotar al imparable George Foreman, que venía de machacar a Frazier; todo el mundo daba por segura la derrota de Alí, pero los deportistas que quieran ser inmortales deben saber encontrar luz en la total oscuridad, y eso fue lo que hizo Muhammad derrotando a Foreman con el rope a dope, técnica que consiste en ponerse contra las cuerdas y dejarse golpear por el rival, evitando golpes peligrosos, y consiguiendo así cansar al contrincante para finalmente noquearle.

Finalmente, Alí acabaría su carrera obteniendo notables victorias y por último perdiendo su título ante Leon Spinks; dejando un increíble registro de 56 victorias, 37por nocaut, y tan sólo 5 derrotas

Tras su retirada Alí libra con dureza y valentía su más difícil batalla, contra el parkinson.

Ken Norton dijo de él: “El boxeo debe más a Ali, que el propio Ali al boxeo”

Nada más que decir, dejemos que el más grande hable sobre el ring.







"Busco la inmortalidad y estoy a un paso de ella" – Muhammad Alí

                                                                                                            Wallace







                               MICHAEL JORDAN





Un día soñé que el hombre podía volar, pero solo era un sueño; el hombre jamás podría volar.

Mi tristeza era inmensa y profunda; intenté aliviar mi desasosiego llorando delante del televisor; así que lo encendí a ver si encontraba algo: nada, todo basura, incomparable con la idea de ver flotar majestuosa la figura humana entre las nubes. De repente mis dedos dejan de cambiar de canal y observo a un hombre dispuesto a hacer algo grande, legendario; entonces comienza su carrera con decisión y valor, confiado, instantes después sus pies se despegan del suelo a la vez que se eleva imperial: volaba. Su vuelo acabó con su poderosa ala, ¿o era su brazo?, sobre un aro a 3 metros del suelo.




Pensé durante un momento para darme cuenta de que aquel hombre había volado, y lo más increíble era que no había sido un sueño.

Aquel hombre de ensueño era Michael Jeffrey Jordan, más conocido como Michael Jordan, para muchos el mejor jugador de la historia del baloncesto.

Jordan nació en Brooklyn, New York, el 17 de febrero de 1963, hijo de James y Deloris Jordan. Dada su increíble capacidad atlética practicó varios deportes en su juventud como baloncesto, béisbol y fútbol americano. Pronto comenzaría a destacar en el mundo del baloncesto, hasta llegar a los Chicago Bulls tras ser elegido por los mismos en el draft (Portland y Houston tuvieron la oportunidad de elegirle)

Desde sus comienzos en la NBA destacó como un grandísimo jugador aunque sin ganar ningún anillo que fueron para equipos como Detroit Pistons o los Celtics de Boston liderados por el mítico Larry Bird, que tras un partido de su serie contra Chicago en el que Jordan anotó 68 puntos, dijo de él una frase mítica: “hoy he visto a Dios disfrazado de jugador de baloncesto” Así, la leyenda de este hombre que desafió a la gravedad comenzó a fraguarse.

Tras la llegada de Pippen los Bulls comenzaron a jugar como un equipo, una máquina de ganar liderada por la victoria hecha hombre, Jordan; una máquina que fue imparable durante 3 años en la NBA, ganando 3 anillos consecutivos.

Como todos los grandes de la historia del  deporte, Jordan necesitaba una motivación que al no encontrar le hizo abandonar el baloncesto. Pero al igual que Mozart nació para ser músico, Jordan nació para ser jugador de baloncesto. Así, volvió de nuevo a los Bulls haciendo historia de nuevo ganando otros 3 anillos seguidos.

Finalmente se retiró del baloncesto, (más tarde volvería a jugar en Washington, pero sin alcanzar el nivel de antes), dejando un vacío en los corazones de los amantes de este deporte, que siempre suspirarán melancólicos al recordar la magia que un hombre de 1.98 con el número 23 a la espalda,  que en un tiempo voló sobre la  cancha, y que volando alcanzó la meta más alta de todo hombre en esta vida: la inmortalidad.

Sus compañeros le adoraban, su afición le idolatraba, y como todo genio de cualquier disciplina, era admirado por sus rivales. Muestra de esta admiración es una frase de un rival de Michael que dijo:

“Lo bueno de defender a Michael Jordan es que luego sales en todos los posters cuando él esta machacando el aro”

Nada más que decir, mis humildes palabras son incomparables con las jugadas que este hombre inventó sobre la cancha, disfrútenlas.

                                                                               


Por último, los récords y títulos de Jordan

Récords
-Mayor promedio anotador en una carrera de la historia en playoffs (33,4)
-Mayor promedio anotador en unas finales (40,1 en 1993)
-Más partidos consecutivos anotando 10 puntos o más (842)
-Mayor promedio anotador en una carrera de la historia (30,1)
-Récord títulos de máximo anotador (10)
-Récord MVP de las Finales (6)


Títulos
-ACC Freshman del Año (1982)
-Jugador del Año de la ACC (1984)
-Naismith College Player of the Year(1984)
-John R. Wooden Award (1984)
-Oscar Robertson Trophy (1984)
-NABC Player of the Year (1984)
-Campeón de la NCAA (1982)
-Mejor quinteto de rookies de la NBA(1985)
-Rookie del Año de la NBA (1985)
-Mejor Defensor de la NBA (1988)
-6 veces campeón de la NBA(1991, 1992, 1993, 1996, 1997 y 1998)
-5 MVP de la Temporada(1988, 1991, 1992, 1996 y 1998)
-6 MVP de las Finales de la NBA(1991, 1992, 1993, 1996, 1997 y 1998)
-10 veces Mejor Quinteto de la NBA(1987-1993, 1996-1998)
-9 veces Mejor Quinteto Defensivo(1988-1993, 1996-1998)
-14 veces All-Star(1985-1993, 1996-1998, 2002-2003)
-3 MVP del All-Star Game de la NBA(1988, 1996 y 1998)
-2 Concursos de Mates de la NBA(1987 y 1988)
-NBA Equipo 50º Aniversario (1997)
-Premio ESPY al mejor jugador de la NBA(1993, 1997, 1998 y 1999)
-ESPY Atleta del Siglo (2000)
-ESPY Atleta Masculino de la Década (1990's) (2000)
-ESPY Baloncestista Profesional de la Década (1990's) (2000)
-ESPY Jugada de la Década (2000)
-Miembro del Basketball Hall of Famedesde el 2009
-Juegos Panamericanos con Selección de Estados Unidos (1983)
-2 veces Campeón Olímpico con Selección de Estados Unidos (1984) (1982)
                                                   
                                                                                                                    Wallace